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En una sociedad cada vez más tecnológica resulta imprescindible que en el aula se haga uso de metodologías innovadoras que favorezcan la capacidad de los alumnos para enfrentarse a retos y resolver problemas de forma práctica. En este sentido, hace ya unos años que la robótica educativa (o pedagógica) se está planteando como alternativa en las dinámicas del aula, con el objetivo de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se emplea para mejorar el desarrollo cognitivo de los alumnos, potenciando sus habilidades, capacidades y competencias para resolver problemas de todo tipo (no sólo de carácter tecnológico). Se abre un amplio abanico de posibilidades de aprendizaje a través de la programación.

El eje vertebral de la robótica educativa es la construcción de un pequeño robot que se controla mediante un sencillo software, que permite realizar ensayos y corregir errores. El hecho de que la construcción y programación del robot sean progresivos fomenta el espíritu de superación y mantiene un buen nivel de expectación en el alumno. Por otra parte, estimula también su creatividad e imaginación.

Metodología de la robótica educativa

Una clase de robótica educativa se inicia con el planteamiento por parte del docente de un reto para que los alumnos lo resuelvan utilizando materiales didácticos como partes mecánicas, componentes electrónicos y piezas de sujeción, que apoyados con herramientas informáticas permiten generar prototipos programables para que cumplan con tareas que resuelvan la problemática planteada en el reto. Todo el proceso de investigación, ideación, diseño y puesta en marcha del prototipo enriquece el proceso de aprendizaje del alumno.

Por un lado, se pretende inicialmente construir un prototipo, un robot, y por el otro, hacer que tome vida, programarlo para que haga lo que se ha decidido previamente.

Hay propuestas adecuadas para todas las edades, desde hacer funcionar robots muy simples para los más pequeños hasta hacer programas realmente complejos. El material de robótica educativa más popular entre los menores de doce años es Lego Wedo, un conjunto especial de piezas de Lego que incluye un motor, un sensor de distancia y un sensor de inclinación y que tiene su propio entorno de programación. Y en cuanto a los entornos de programación, el más utilizado es Scratch. Para los mayores, la tendencia es más bien usar Arduino y appInventor.

Ventajas de aplicar la robótica en el aula

• Facilita el aprendizaje: se les plantea a los alumnos retos en los que hay conceptos físicos, matemáticos y tecnológicos, principalmente (aunque también se pueden abordar áreas como lengua, historia o geografía). De esta forma ponen en práctica conceptos teóricos que han estudiado en diversas asignaturas. Resulta muy enriquecedor y atractivo para los estudiantes.
• Estimula la creatividad: A través de la programación o bien de la construcción del robot, los alumnos experimentan y descubren nuevas habilidades, potenciando su ingenio y capacidad inventiva.
• Potencia la atención: Hace que los alumnos sienta curiosidad, investiguen, estén más motivados y se esfuercen por lograr un objetivo.
• Favorece la capacidad de resolución de problemas: los alumnos van adquiriendo confianza en su capacidad para resolver retos y problemas cada vez más complejos, fortaleciendo su capacidad para proponer soluciones efectivas.
• Promueve el trabajo en equipo: la robótica educativa fomenta el trabajo trabajo colaborativo y la participación activa.
• Favorece el aprendizaje a partir de errores: El error forma parte del proceso de aprendizaje. La robótica educativa favorece la tolerancia a la frustración.